LAGUNA VERDE
Tengo una laguna verde
donde suelo ir a jugar
un pato blanco se pierde
y regresan muchos más.
Lo bello de mi laguna
y lo más particular
es su “nata” cual ninguna
se le podría comparar.
Si le lanzas un guijarro
al centro de aquel lugar
se abre un círculo dorado
y el agua podrás mirar.
Es su “nata” verdecita
hermosa y muy singular
me llama a jugar, me invita
a quedarme en el lugar.
Las horas pasan en vano
yo la quiero contemplar
y tocarla con mis manos
me da un placer sin igual.
Vengan patos y polluelos
surquen mi laguna – mar
donde se quedan mis sueños
cuando logro despertar.
Te recuerdo lagunita
con tu verde alfombra puesta
los albores de mi vida
rondaron por esa cuesta.
Donde vivía mamaíta
y acudía yo feliz
pasaba por tu orillita
y no evitaba el desliz.
Poniendo a un lado la ollita
de mazamorra 'e maíz
que le enviaba calientica
y mamá confiaba en mi.
Me lavaba la carita
brazos y piernas mojaba
agua de mi lagunita
mi niñez reconfotaba.
Y yo subía corriendo
después de aquella “lavada”
a llevar el alimento
que mi abuelita esperaba.
Yolanda Villaparedes
28/05/1998
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